Primero y antes que nada, ¿cuántos países te reciben con los brazos abiertos? En muchos lugares, la gente pasa años tratando de obtener su residencia, enfrentando discriminación e incluso maltrato sin importar su clase social. Tienen que aguantar y perseverar… ¿y si te dijera que Emiratos Árabes Unidos te recibe con los brazos abiertos? Que su cultura te abraza para que te integres a una economía vibrante, dinámica, segura y estable.
Quizá no me creas. Tal vez el estereotipo que tienes del Medio Oriente es el que te han inculcado: mujeres cubiertas y oprimidas, terrorismo, inestabilidad… Nada más erróneo. Esa es la percepción que hemos creado, así como ellos han creado la suya sobre nosotros. Tú dices México, ellos dicen Chapo. Triste, pero real. Incluso, en Dubái hay una taquería llamada Chapo, donde los meseros visten de color naranja. Por razones obvias, es lo último que desearía promover de nuestra cultura.
Volviendo al tema, migrar a Emiratos Árabes Unidos, particularmente a Dubái, es una de las experiencias más satisfactorias que podrías imaginar. Aquí todo funciona: es limpio, sin grafitis, sin escándalos ni bocinazos. Nadie te ofende. La gente vive rodeada de noticias positivas. Los líderes del país son admirados por sus ciudadanos gracias a sus logros tangibles. Y claro, nada es perfecto, pero después de cuatro años aquí, aún no encuentro un “pero” a este país. Es una bendición cada día.
Aquí existen oportunidades para emprendedores, profesionistas y empresarios. Sin embargo, no es un destino ideal para la clase trabajadora, ya que los sueldos en este sector son mucho más bajos en comparación con América. Esto se debe a la gran cantidad de mano de obra proveniente de Pakistán, Irán, India, entre otros países.
Pero si tienes una mentalidad empresarial, una especialización y destacas en tu área, estoy seguro de que aquí puedes alcanzar el éxito que buscas. Y si ya eres exitoso, puedes aprovechar los beneficios fiscales que ofrece Dubái. Por ejemplo, puedes operar en zonas francas, donde no existe impuesto sobre la renta, el IVA es del 5% y hay numerosos incentivos diseñados para promover la inversión y el crecimiento económico. Estas políticas han convertido a Dubái en lo que es hoy.
Dubái: un centro global de negocios
¡Considera esto! Dubái importa absolutamente todo. Es una sociedad acostumbrada al comercio y la negociación, y hoy se ha convertido en la Suiza del Medio Oriente. Oro, diamantes, té y café son solo algunos de los commodities que ya dominan desde esta región. Y ahora, la tecnología, la inteligencia artificial y la Industria 5.0 están emergiendo con más fuerza que nunca en MENA (Medio Oriente y Norte de África), una región conformada por 19 países y aproximadamente 600 millones de habitantes.
Dubái es el HUB, la punta del iceberg, el punto donde todo sucede y desde donde se despliega a toda la región. Lo ves a diario: barcos cargados de productos recorriendo el Golfo Pérsico, distribuyendo mercancía a Kuwait, Irán, Pakistán, India y otros mercados clave.
El puerto de altura de Jebel Ali es el noveno más activo del mundo, el puerto artificial más grande y el puerto más importante de Oriente Medio. Mueve 1,400,000 contenedores por mes. Intenta dimensionar el potencial de este mercado.
Aquí tienes otro dato económico interesante: Dubái tiene solo 4 millones de habitantes, pero cuenta con dos tiendas IKEA. En contraste, Ciudad de México, con 23 millones de habitantes, solo tiene una. Además, mientras la tienda de IKEA en CDMX mide 23,000 m², la de Dubái tiene 35,500 m². Un simple pero claro ejemplo del poder adquisitivo y el nivel económico de Dubái.
Un sistema funcional y ágil
En Dubái, nada es fácil, pero todo es funcional. Casi no hay burocracia. Sí, hay tiempos y procesos, pero comparado con lo que vemos en nuestros países, aquí los trámites son “sencillos”. Lo que en otros lugares toma días, meses o incluso años, aquí se resuelve en tiempo récord.
Estoy muy agradecido por haber sido bien recibido en Estados Unidos, pero cuando observo la situación fiscal, social y migratoria actual, siento que han perdido el rumbo. América está perdiendo su esencia, y el sueño americano se ha desvanecido. La cordialidad desapareció, la gente vive con prisa y está irritada, y la inflación ha hecho estragos. Sigue siendo un país maravilloso, pero quizá para muchos sea el momento de buscar suerte en mercados emergentes.
Y en este escenario, Emiratos Árabes Unidos lo tiene todo… y con los brazos abiertos.
By Gino Deméneghi. Marzo 2025